Characterization and comparison of acoustic patterns of speech in Preschool-age Children with Diagnosis of ASD: A potential marker for early diagnosis

El autismo es una condición del desarrollo que suele diagnosticarse por medio del manual DSM-5 y algunas pruebas estandarizadas, como ADO-2. Ambos se basan en la observación clínica de conductas, que son subjetivas y dependen de la experiencia del clínico que realiza la evaluación. Debido a la necesidad de una observación precisa de los comportamientos, el proceso de diagnóstico suele llevar más tiempo del deseado. Estudios internacionales han informado que el período entre la primera consulta y la corroboración del diagnóstico tiene una duración promedio de 3,5 años (Crane et al., 2016). Además, el diagnóstico suele realizarse en promedio entre los 4,3 y los 4,5 años (Crane et al., 2016; Samms-Vayghan 2014; Wingate et al., 2010). Esta situación impide la implementación de una intervención oportuna; un niño diagnosticado a los 4 años pierde un período crucial de desarrollo de habilidades esenciales para el éxito en los años académicos y en la vida (por ejemplo, lenguaje, interacción social y cognición; Dawson, 2008; Koegel et al., 2014). En consecuencia, el diagnóstico temprano y la intervención temprana promueven mejores resultados para esta población (Koegel et al., 2014; National Research Council, 2001), reducen los costos asociados con intervenciones más complejas y programas educativos, y disminuyen la pérdida de productividad de los padres y la productividad de los individuos con TEA. pérdida en la edad adulta (Buescher et al., 2014; Koegel, et al., 2014). En consecuencia, existe una necesidad imperante de desarrollar herramientas de evaluación que brinden oportunidades para diagnósticos e intervenciones tempranos que optimicen los resultados deseados.