Abstract
This article studies two years of Roberto Matta's higher education in Chile, during 1933-1935, left out by the artist in the process of self construction of his identity. Indirect references that offer indications and testimonies of certain events, about the historical context of those years, and some direct sources, show that Roberto Matta didn't travel to Europe at the begining of 1933, as he and his biographers and critics have said in a number of ocassions, but two years later, in 1935. This marks a huge difference between Matta's historic career path and the projection that the painter elaborated of himself.
Translated title of the contribution | The omitted years 1933-1935: Key facts in the education of painter Roberto Matta in Chile |
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Original language | Spanish |
Pages (from-to) | 39-57 |
Number of pages | 19 |
Journal | Universum |
Volume | 32 |
Issue number | 1 |
DOIs | |
State | Published - 1 Jul 2017 |
Bibliographical note
Funding Information:No se estudian aquí las “razones” o “sinraz ones” de tal omisión; se indaga en cambio, en los ejemplos y contactos, redes estéticas e intelectuales establecidas durante ese breve periodo en Chile y desde Chile, que le permiten efectivamente partir a Europa y situarse en pleno foco del acontecer artístico vanguardista: París. Sin un conocimiento de las novedades estéticas y culturales que están ocurriendo allí –y acá en interconexión– resulta improbable que el itinerario de Matta hubiese seguido el curso real; pese a sus reiteradas negaciones de influjos en Chile4.
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Matta ha señalado en sus entrevistas que no conoció a Huidobr o, que lo vio solo una vez en Europa21. Era improbable en el Santiago de entonces sustraerse al aura que lo rodea entre los años 1933 y 1935; difícil sino imposible esquivar su vista en la calle, en los diarios, en los discursos y mítines de la Casa de Bello, donde Matta se mueve. Las obras, arengas y actitudes del fundador del Creacionismo no pasaban desapercibidas en esa ciudad todavía familiar en 1933. Más aún, Roberto Matta en sus estadías en la chacra de San Damián, había trabado amistad con el hijo del poeta, Vicente García-Huidobro Portales22. Aunque padre e hijo no se hablaban, se hablaría de él. Pero si Matta no lo conoció personalmente, es aun más extraño que no leyese su poema cúspide, aparecido dos años antes, Altazor. En una no estudiada influencia, Huidobr o podría haber abierto entonces a Matta el macrocosmos a través de la palabra, tan brillantemente expandida y atomizada en esta obra23; tan extraordinariamente fundida e identificada con la forma en sus caligramas y poemas pintados24. Huidobr o, al igual que Matta, aunque veinte años antes, mostró una viva curiosidad por la ciencia, especialmente por la figura de Einstein y la mecánica cuántica25 que apasionarán al pintor , y también se interesó precozmente por Freud y el psicoanálisis –fuente fundamental para el surrealismo y para la pintura de Matta– como muestran los escritos del poeta, Vaguedad inconsciente, Los espejos sonámbulos oAdán26. Publicado en 1931, Altazorcirculó entre los intelectuales y artistas en medio de un rechazo provocador. ¿Lo leyó el futuro pintor? Dentro de las motivaciones de su viaje a Europa resulta posible pensar que ni tan siquiera era necesaria una lectura acuciosa; el solo hojear esta
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3 En enero del 2016 se inauguró en el Centro Cultural Matta, Embajada de Chile en Buenos Aires, la muestra “Matta este lado del Mundo” con obras de colecciones privadas de Chile y Argentina. Uno de sus principales objetivos es “devolver” a Matta al Cono Sur, a América Latina y