Abstract
Sabido es que uno de los objetivos declarados de la Iglesia-al igual que los de la Corona-fue el bien común de los fieles, para así lograr "el desarrollo integral de la persona humana y cristiana".
Por esta razón, la unidad de la fe durante el Antiguo Régimen fue, con toda, probabilidad, el valor jurídico, social y cultural más importante para la sociedad. Así, cualquier desviación, transgresión o práctica alejada de la ortodoxia y de la doctrina católica podía implicar la desintegración social. De este modo, el delito se entendía como un quebrantamiento del orden establecido por el derecho, a partir del libre albedrío del hechor, sea porque omitía lo mandado por la ley o por realizar aquello que la ley prohíbe dañando a un tercero. Si se obra mal, pero no se daña a nadie, existe una falta moral grave. "Pero si hay deber jurídico infringido y sancionado por la ley penal, entonces hay delito". La falta nace, entonces, desde la libre voluntad del delincuente, que con su actuar general daños a otros.
Por lo tanto, siguiendo con la idea anterior, quien cometía el delito de bigamia no solo afectada al cónyuge engañado; además, canónicamente, había un quebrantamiento del orden social, lo que implicaba su desintegración.
Se trata, entonces, de una transgresión que constituye un delito y pecado a la vez.
Ante tales tipos de prácticas, que eran herejías, pero podían ser el germen de una de ella, se pretendía reintegrar al hechor del delito a la sana doctrina, con lo que además se salvaba su alma y se restablecía el orden social amagado por su actuar.
Para ello, existían diversas vías. En esta oportunidad daremos cuenta del procesamiento judicial solo en el fuero externo realizado tanto por la inquisición como por la justicia eclesiástica y la justicia penal. Este tipo de delito era de fuero mixto, por que todos estos sistemas de justicia podían conocer y fallar una causa de bigamia.
No obstante, el sentido por el que una u otra justicia conocía de la mala práctica variaba, más aún en cuanto a sus objetivos.
Este artículo tiene por finalidad dar cuenta de las diferencias en cuanto a la forma y sentido de por qué se procesó quienes cometieron el delito de bigamia y cuál fue la reparación que debía realizar como consecuencia de mala práctica. Adelantamos desde ya que inquisición pretendía sancionar con la intención de reintegrar al bígamo al seno de la iglesia, salvar su alma y restablecer el orden social y familiar desintegrado por su mal comportamiento.
Por esta razón, la unidad de la fe durante el Antiguo Régimen fue, con toda, probabilidad, el valor jurídico, social y cultural más importante para la sociedad. Así, cualquier desviación, transgresión o práctica alejada de la ortodoxia y de la doctrina católica podía implicar la desintegración social. De este modo, el delito se entendía como un quebrantamiento del orden establecido por el derecho, a partir del libre albedrío del hechor, sea porque omitía lo mandado por la ley o por realizar aquello que la ley prohíbe dañando a un tercero. Si se obra mal, pero no se daña a nadie, existe una falta moral grave. "Pero si hay deber jurídico infringido y sancionado por la ley penal, entonces hay delito". La falta nace, entonces, desde la libre voluntad del delincuente, que con su actuar general daños a otros.
Por lo tanto, siguiendo con la idea anterior, quien cometía el delito de bigamia no solo afectada al cónyuge engañado; además, canónicamente, había un quebrantamiento del orden social, lo que implicaba su desintegración.
Se trata, entonces, de una transgresión que constituye un delito y pecado a la vez.
Ante tales tipos de prácticas, que eran herejías, pero podían ser el germen de una de ella, se pretendía reintegrar al hechor del delito a la sana doctrina, con lo que además se salvaba su alma y se restablecía el orden social amagado por su actuar.
Para ello, existían diversas vías. En esta oportunidad daremos cuenta del procesamiento judicial solo en el fuero externo realizado tanto por la inquisición como por la justicia eclesiástica y la justicia penal. Este tipo de delito era de fuero mixto, por que todos estos sistemas de justicia podían conocer y fallar una causa de bigamia.
No obstante, el sentido por el que una u otra justicia conocía de la mala práctica variaba, más aún en cuanto a sus objetivos.
Este artículo tiene por finalidad dar cuenta de las diferencias en cuanto a la forma y sentido de por qué se procesó quienes cometieron el delito de bigamia y cuál fue la reparación que debía realizar como consecuencia de mala práctica. Adelantamos desde ya que inquisición pretendía sancionar con la intención de reintegrar al bígamo al seno de la iglesia, salvar su alma y restablecer el orden social y familiar desintegrado por su mal comportamiento.
Original language | Spanish (Chile) |
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Title of host publication | Contrarreforma Católica, implicancias sociales y culturales: miradas interdisciplinarias |
Publisher | Cuarto Propio |
Chapter | 15 |
Pages | 365-396 |
Number of pages | 404 |
State | Published - 2019 |